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Instituto Palafoxicano de Estudios Superiores

El Instituto Palafoxiano de Estudios Superiores, pretende formar personas de manera integral para una transformación y humanización en la maduración de la fe como opción vital, libre, responsable y comprometida con la Iglesia y la sociedad. El Instituto busca servir a la comunidad humana, en especial a la poblana, procurando la instauración de una sociedad más culta y justa, inspirada por los valores del evangelio; por esto se esfuerza en sensibilizar al claustro de profesores sobre la necesidad de adoptar un programa de formación y actualización permanente, asistiéndolo para el fortalecimiento de los elementos que repercutan en la formación integral de los estudiantes del Instituto.



VALORES INSTITUCIONALES

  • Espiritualidad Cristiana

  • Pertenencia institucional

  • Servicio fraterno y pastoral

  • Excelencia

  • Apoyo y trabajo en común

  • Pensamiento crítico

  • Integridad

  • Apertura a la discusión y argumentación

  • Conciencia personal y social

  • Compromiso ambiental

  • Visión estratégica

  • Competencias profesionales

Esta filosofía, es la concepción que tiene nuestra Institución del hombre, de la sociedad que la rodea, y de su propio papel en tal contexto.


Filosofía de la Institución


“Formando alegres discípulos misioneros de Jesucristo Cabeza y Pastor, Siervo y Esposo de la Iglesia, guías y promotores de comunidades”

Desde la misión misma del Instituto que consiste en “Formar personas cristianas, conocedoras de los principios fundamentales de la Iglesia en la fe y la razón; con capacidad creativa para transformar la sociedad; innovadoras en la elaboración de proyectos para difundir la verdad, el evangelio y la cultura de manera calificada y altamente capaces de elaborar juicios críticos sobre la realidad en que viven”, se presenta el actual Programa de Desarrollo Institucional.

Este Programa abarcará el trienio 2021-2024 y tiene como propósito central el fortalecimiento de las capacidades que permitan mantener una enseñanza de calidad en nuestra Institución, mediante la formación de profesionales en Filosofía y Teología. Este documento presenta e incorpora gran parte de los comentarios de formadores, profesores y alumnos.


Está estructurado a través de seis grandes ejes de desarrollo: en un primer momento se presentan los principios de identidad de los candidatos al sacerdocio; el segundo eje consiste en reconocer  los procesos integrales y graduales de la formación sacerdotal; el tercer eje lo conforman las líneas de acción en las cuatro dimensiones de la formación; el cuarto eje lo conforma el desarrollo sustentable y el cuidado del medio ambiente; el quinto eje la promoción del seminario y de las vocaciones; y el último eje el proyecto de comunicación social.


PRINCIPIOS DE IDENTIDAD.

En el contexto actual queremos definir cuáles deben ser las características de los candidatos al sacerdocio, y lo hemos establecido a partir de un decálogo.


1. Identidad sacerdotal

Los alumnos deberán asumir un proceso de configuración con Jesucristo Cabeza y Pastor, Siervo y Esposo de la Iglesia.


2. Amor a Jesucristo y a la Santísima Virgen María

Que los alumnos puedan  experimentar el amor y protección de la Virgen María.


3. Pertenencia al seminario y a la Arquidiócesis de Puebla

Que cada alumno logre sentirse parte de nuestra Institución y de la Iglesia diocesana, para llegar a ser una verdadera Familia Palafoxiana.


4. Espíritu Palafoxiano

Que los alumnos profesen una devoción y conocimiento de la vida y obra del Beato Juan de Palafox  y Mendoza.


5. Coherencia de vida

Que los alumnos asuman desde su formación inicial las promesas sacerdotales de pobreza, castidad y obediencia.


6. Celo pastoral

Propiciar en los alumnos el espíritu de servicio y cercanía con los más necesitados, para ser “pastores con olor a oveja”.


7. Visión estratégica de la pastoral

Que cada alumno conozca y participe en los Proyectos pastorales de la Arquidiócesis.


8. Acompañamiento personalizado

Que los alumnos experimenten la cercanía de los superiores a través del Proyecto de vida, la asesoría espiritual, psicológica y las entrevistas con los formadores.


9. Cuidado de la propia persona y del medio ambiente

Sensibilizar a los alumnos en las medidas preventivas del cuidado de la propia salud y del entorno que nos rodea.


10. Amor a la propia vocación

Que cada alumno pueda convertirse en  agente de promoción vocacional y del amor al seminario.



FORMACION DE LOS ALUMNOS A TRAVES DE PROCESOS INTEGRALES Y GRADUALES.


Fundamentos Teológicos y Dimensiones de la Formación

Para llevar a cabo la tarea de formar a los futuros sacerdotes como “Alegres discípulos misioneros de Jesucristo Cabeza y Pastor, Siervo y Esposo de la Iglesia, guías y promotores de comunidades”, nuestra Institución ha asumido la normativa de la Iglesia universal y local, plasmadas en las Normas Básicas para la Formación Sacerdotal en México, que insiste en la integración de las cuatro dimensiones formativas (humana, espiritual, intelectual y pastoral) en la persona del formando, considerando la compleja trama de realidades de las cuales provienen actualmente los candidatos al sacerdocio, y destacando la progresividad de las etapas formativas.  A través del siguiente esquema se busca explicar el sustento de la formación sacerdotal.


Encuentro con Cristo, configuración con Cristo (Hb 5,1).

Sabemos que “el sacerdocio es un don de Dios para el mundo…”(cf. PDV 16-18; DA 193). “Su vocación es un llamado a configurarse, por el sacramento del Orden, con Cristo Cabeza y Pastor, Siervo y Esposo de la Iglesia” (cf. PDV 3) mediante una “unión ontológica específica” (PDV 11).

Esta configuración con Cristo se va alcanzando a través del crecimiento en el encuentro con Jesucristo de manera experiencial por medio del desarrollo de la Dimensión espiritual como proceso de santificación a través de la  vivencia de la caridad pastoral en el amor a Cristo y a la Iglesia. También a través del conocimiento y vivencia  del Plan de salvación, a través de la  Dimensión intelectual, para tener una  pasión por la verdad y capacidad de diálogo evangelizador.


Eclesiología de Comunión, Participación y Misión.

La vocación sacerdotal, como llamado de Dios, puede entenderse únicamente desde el misterio de la Iglesia: en la Iglesia, con la Iglesia y para la Iglesia, misterio de comunión y misión (cf. LG 10; DA 193; PDV 12; Ef 5,25).

Esta pertenencia y amor a la Iglesia se cultiva a través de la Dimensión pastoral. Por ello, se forma a los seminaristas para la comprensión, valoración y apropiación existencial de la caridad pastoral como principio interior y dinámico que anima toda la vida espiritual del sacerdote, a fin de que ella determine su modo de pensar, de sentir, de juzgar y de actuar, y se constituya en pilar y centro unificador esencial de su vocación (cf. PDV 23; 1 Pe 5,1-4).

Todo esto acompañado por un proceso de conocimiento de la diócesis, comprensión de las exigencias de la vida sacerdotal en ella, el amor a la misma y la inserción práctica en el Plan Diocesano de Pastoral.


Antropología cristiana: Para el mundo.

El presbítero, a imagen del Buen Pastor, está llamado a ser hombre de la misericordia y la compasión, cercano a su pueblo y servidor de todos, particularmente de los que sufren grandes necesidades. La caridad pastoral, fuente de la espiritualidad sacerdotal, anima y unifica su vida y ministerio (DA 198).

El desarrollo humano del futuro sacerdote se va alcanzando a través de la  Dimensión humana, como  fundamento indispensable de toda la formación sacerdotal. Con ella el Seminario busca, la formación gradual de hombres maduros, responsables y equilibrados, fieles a su condición humana y cristiana, honestos y veraces, capaces de obrar en libertad, ecuánimes, aptos para tomar decisiones bien ponderadas, virtuosos, disciplinados y alegres, que se esfuercen por reflejar en sí mismos la perfección humana que brilla en el Hijo de Dios hecho hombre, a fin de que, desde una actitud de diálogo que lleve a la comunión, sirvan de puente y no de obstáculo a los demás en el encuentro con Jesucristo Redentor del hombre (cf. OT 11; PDV 43; DA 321 y 322).


Competencias necesarias para el Ministerio Sacerdotal.

Nuestra Institución considera que cada aspirante al sacerdocio debe adquirir las siguientes competencias, mismas que se fortalecerán en el trienio 2017-2020.


Capacidad de Anunciar la Palabra.

Los alumnos adquirirán la capacidad de expresarse y escribir de manera adecuada, usar los actuales medios de comunicación como la radio y las redes sociales, así como conocer otras lenguas como latín, griego, inglés, francés y náhuatl.


Capacidad tener una cultura musical.

Para el ejercicio efectivo del ministerio sacerdotal, los alumnos adquirirán los elementos necesarios para entonar, solfear y manejar un instrumento musical.


Capacidad de administrar y conservar un templo.

Dado que los futuros sacerdotes estarán al frente de comunidades parroquiales, deberán tener los elementos necesarios para administrar una parroquia (conocimientos del arte religioso, contabilidad y administración de oficinas parroquiales).


Capacidad de cuidar la propia salud.

Los alumnos y formadores favorecerán una cultura del cuidado de la propia salud a través de la promoción del deporte, una alimentación balanceada y la revisión médica.


Capacidad de generar una cultura por el cuidado del medio ambiente.

Los alumnos y profesores promoverán una cultura de la responsabilidad por el medio ambiente, a través del reciclado, la reforestación, el manejo de compostas e invernadero.


Capacidad de adquirir una visión estratégica de la pastoral.

Para el ejercicio fecundo del ministerio sacerdotal los alumnos adquirirán una metodología pastoral a través de la elaboración de materiales catequéticos, proyectos pastorales, etc.


Capacidad de acompañamiento humano y espiritual a las personas.

Puesto que el sacerdote mantiene una cercanía con los fieles que le han sido encomendados, los alumnos procurarán la adquisición de elementos psicológicos y espirituales para una mejor ayuda a las personas.

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