Pastoral Vocacional
En la Iglesia a través de la Iglesia, Dios llama gratuitamente a participar en el sacerdocio ministerial de Jesucristo, tal llamado puede solo ser percibido, acogido y vivido en la fe.
El deber de la Pastoral Vocacional que compete proveer el cuidado del proceso de clarificación y discernimiento, fomentando la formación adecuada, ayudando a la persona que ha sido llamado del don gratuito recibido, optando por una vida personal y eclesial.
El deber de fomentar las Vocaciones Sacerdotales compete a toda la comunidad cristiana encabezada por el Obispo, incluso cada Iglesia particular establece una Pastoral Vocacional comprometiendo a todos los agentes de evangelización, de modo especial a los padres de familia, educadores presbíteros, diáconos y apóstoles laicos. Unidos en la participación como los seminaristas, equipos parroquiales asiendo una cultura vocacional.
Teniendo particular cuidado en el acompañamiento y discernimiento de las vocaciones, que todo joven de “indicios vocacionales” ha de ser acompañado con un programa vocacional, de modo que únicamente ingresen al Seminario los candidatos que manifiesten los signos indispensables de idoneidad para asumir un proceso formativo, asegurando un acompañamiento personalizado.